El Retiro

ANIVERSARIO
A 95 años del retiro de Sherlock Holmes

Su creador lo había. “matado” en 1891 · Pero tuvo que revivirlo a pedido del público · En 1904, finalmente, hizo que Holmes se recluyera en una granja
El doctor Watson invitó a Sherlock Holmes a su casamiento y después dejó de ver a su amigo; bastante tiempo más tarde se reencontraron en la casa de huéspedes del 221b de Baker Street, en Londres, y ya no se separaron. Según consta en las aventuras publicadas por el escritor Arthur Conan Doyle, en esa perisión vivieron los dos personajes y allí resolvieron gran parte de los enigmas policiales, hasta que el detective se retiró de la actividad, hace exactamente 95 años.
“Sherlock Holmes es posiblemente el único personaje de ficción que se ha convertido en una persona con residencia fija”, apuntó Guillermo Cabrera Infante en El libro de las ciudades.
Conan Doyle inventó un domicilio literario y, aunque el 221b de Baker Street nunca estuvo registrado en la nomenclatura londinense, esa dirección existe.
Durante muchos años la sede del Abbey National Bank ocupó la numeración 215 a 229 de la calle y allï llegaban decenas de cartas semanales, dirigidas al detective, que una abnegada secretaria contestaba.
“El señor Holmes le agradece su carta; en la actualidad está retirado en Sussex, dedicado a Ia apicultura”, informaba con amabilidad. En 1904, el personaje se refugió en una granja donde comenzó a producir una miel que, aparentemente; servía para alargar la vida.
Desde el 27 de marzo de 1990, en la casa, de estilo victoriano, funciona el Museo Sherlock Holmes.
En base a las descripciones de los relatos, recrea minuciosamente la pensión de la señora Hudson. Todo está allí coxno lo dejaron el détective y su compañero en la ficción. Una escalera de 17 éscalones une el hall con el primer piso; donde está el despacho que la dupla utilizó durante casi 25 años y al lado, la habitación de Holmes.
En la segunda planta está el dormitorio de Watson, donde ahora los visitantes dejan sus tarjetas personales: hay datos de policías, detectives privados y especialistas en criminología.
Entre los muebles antiguos pueden verse fotografías, libros, periódicos, objetos rescatadas de las aventuras y hasta una medalla que el gobierno francés le entregó al detective en agradecimiento por los servicios prestados.
Por supuesto, están el gorro, la lupa, la pipa y el sillón: elementos básicos para descifrar las aventuras, a fuerza de razonamientos lógicos y poder de observación.
Holmes y Watson protagonizaron cincuenta y seis cuentos y cuatro novelas. Policiales puros, que nada tienen que ver con las historias duras que el género incorporó después.
El antecedente literario del detective es Dupin -el personaje ideado por Edgar Allan Poe- y su continuador es el Padre Brown, de Gilbert Keith Chesterton.
En las historias de Conan Doyle prima el orden; toda causa tiene su efecto y los crímenes siempre se resuelven. Si se sabe discernir entre los indicios reales y los falsos, se llega a la verdad.
Agobiado ya de su personaje, el escritor lo hizo morir en 1891, en unos saltos alemanes cercanos a la ciudad de Meiningen. Los lectores protestaron y hasta la madre del propio autor quedó consternada. La presión fue tal que Conan Doyle tuvo que revivir a Sherlock Holmes, y “retirarlo” a una granja más de diez años dèspués.

CLARIN – Lunes 2 de agosto de 1999